A la hora de abordar este tema sobre impresión de tarjetas plásticas, nos damos cuenta de que tanto las tarjetas bancarias como las tarjetas de fidelización (con dinero real) deben de tener una serie de requisitos que conformen una seguridad esquisita. Y esto es con el objetivo de que no existan reproducciones o falsificaciones en el proceso de impresión ni en su difusión. El cliente final debe de recibirla en su domicilio o banco de la forma más segura hasta su final activación.
Además es importante saber distinguir el tipo de impresión y dónde se imprimen estas tarjetas, ya que no dejan de ser dinero. Además cuando hablamos de impresión de tarjetas de PVC no sólo hacemos referencia a una tarjeta plástica rígida que se pueda romper facilmente, si no que las tarjetas plásticas propiamente dichas deben tener ciertos materiales que les aporte durabilidad, flexibilidad, vida útil y capacidades antifraude. Es de esta manera que las tarjetas de PVC añaden otros componentes sintéticos como Teslin, fibra de carbono, tintas y otros elementos personalizados que hacen de estos compuestos materiales imprescindibles a la hora de producir un método de pago como por ejemplo las tarjetas contactless. Por otra parte la elaboración va por capas y no a partir de una solo con lo que en el proceso intervienen diferentes tipos de impresión.
Una vez visto todo lo anterior deberemos definir dónde y como emitir estas tarjetas de PVC. Si a partir de una emisión central o una emisión local (de manera autónoma). Dependiendo del fin último de la tarjeta así lo deberemos elegir pues no es lo mismo la tipica tarjeta VIP, que una tarjeta que realmente permita un pago. De una forma u otra la mejor opción es una emisión centralizada debido al BIG data, y sobre todo a la seguridad que hay detrás a la hora de almacenar estos datos personales. Pero en cuanto a las tarjetas plásticas como método de pago es sin duda la mejor opción ya que las medidas de seguridad y la protección en todo el proceso es totalmente riguroso y auditado.